Elizabeth y Sus dos Amores

Elizabeth y Sus dos Amores

sábado, 26 de enero de 2013

28 No puede ser

Pov. Elizabeth

Empiezo a poner la ropa que me pondré encima de la cama. Pero en eso suena el teléfono.

-¿Diga?- pregunto.

-Liz.... tienes que volver. Ahora.- me dice una voz temblorosa al otro lado de la línea.

-¿Qué como?- pregunto desconcertada. – Alice… ¿Qué pasa?

-Liz por favor. Es vital que regreses. Ahora.

-¿Me lo puedes explicar?- pregunto un poco molesta pero a la vez preocupada.- Alice estoy al otro lado del mundo. Qué es lo que pasa.

-¡Está bien! ¡Iré! ¡Iré!- contesto alborotada.

Cuelgo el teléfono y marco otro número.

-¿Hola?- preguntan.

-¡Selena! ¡Soy yo Beth! Necesito que vengas ahora. Lo más rápido que puedas.

-¿Pero qué pasa?

-Hazlo.- le corto- por favor.

Cuelgo el teléfono rápidamente y comienzo a ordenar las cosas que traje. Enciendo el portátil del hotel y compro los billetes para dentro de… 1 hora a Washington.

-¡Beth!- entra por la ventana.

-Sel, en mi familia ha ocurrido algo malo. No sé aún no me han dicho qué es lo que pasa y me iré ya al aeropuerto. Siento haberte llamado tan rápido y… y… preocupárte pero no podía irme sin despedirme.

-¿Qué?- estaban tan desconcertados como yo- no te dejaremos irte en ese estado. Además necesitas cazar. Tus ojos están…- decía Selena mientras me miraba los ojos.

-¡No!- le digo.-Aguantaré.

-Pues tienes que cazar. Iremos cuando vayamos de camino al aeropuerto. – ordena Selena.- Tienes otro habitos alimenticios a mii así que hazlo

Yo cojo todo para devolverlo a la recepcionista y corro a paso humano para abajo.

-Buenos días- dice ella educadamente- ¿Qué es lo que necesita?

-Voy a abandonar la habitación. Ya.- le informo rápidamente.

-No… ¿No le gustó el servicio?- pregunta ella con nerviosismo.

-No es eso. Asuntos personales.- le contesto.

-Ah, entiendo. Bueno entrégueme la llave y firme aquí.

Firmo lo más rápido que puedo y me despido la joven. Salgo corriendo a paso humano hasta que llegué a un callejón desierto. Aspiro y enseguida percibo los olores de los dos jóvenes vampiros. Ahora sí, corro a paso inmortal hasta donde ella se encuentra. Es una zona poco transitada que ahora mismo se encuentra desierta. Ella sujeta dos ciervos y me los entrega.

-Venga.- ordena Selena- Lo necesitas.

Suspiro aliviada cuando la sangre de esos animales baja por mi garganta y deja atrás el ardo que días atrás sentía.

-Gracias…- suspiro aliviada.

Con la manga de mi chaqueta paso la manga por mis labios por si acaso hay algún resto de sangre.

Llegamos al aeropuerto y me despido de ella con un fuerte abrazo.

-Volveremos a vernos… lo sé- me dice Selena.

-Lo haremos, tenlo por seguro.- Le vuelvo a abrazar.-Ten cuidado- me susurra- cualquier contratiempo llámame. ¿Entendido?

-Sí. Lo haré. Adiós- le vuelvo a abrazar.

Cojo la mochila y voy lo más rápido que puedo a la ventanilla donde me atienden y rápidamente me dejan subir al avión.


Al estar ya en el avión, para despejarme, comienzo a ordenar la mochila. Pero en ella se encuentra el libro que esta mañana, antes de que todo sucediese, estuve leyendo. Lo abro y en ella me encuentro una nota.

“Me gustaría que te lo quedases”
Selena.

Mi sonrisa sale automáticamente. Pero enseguida vuelvo a la realidad. No sé que es lo que está pasando en casa. Y por la voz de Alice parece que no es bueno. Ella nunca me llama para esto. Cada vez que ha habido problemas y yo he estado fuera, no me llama.

******

Al llegar al aeropuerto de Seattle corro lo más rápido hasta llegar a Forks. Podía haber cogido un taxi, pero eso me pondría más nerviosa aún.

Al llegar a casa entro de manera abrupta en la casa. Alice está rígida en el sofá pero cuando me ve se lanza a mis brazos.

-Beth....

-¿Qué…? ¡Cuéntamelo!- le exijo.- ¡Ya!

-Será mejor que te lo cuente Carlisle.- responde ella.

-¿Papá?- le digo yo para que comience. Siempre he llamado a Carlisle papá y a Esme mamá. Son como si fueran mis verdaderos padres.

-Bella… está embarazada. Aún no ha llegado aquí. Debe de estar en el avión. Ella llamó a Rosalie cuando Edward le dijo que iba a sacar al monstruo que tiene dentro. Pero ella quiere tenerlo. Todo pasó en su luna de miel.

Vale. Vale. Demasiada información en 3 minutos. Tengo la necesidad de sentarme urgentemente. Camino un poco hacia el sofá y me siento.

-¿Los vampiros pueden entrar en estado de shock?- pregunta Alice.- A Edward también le pasó.

-Haber que me aclare…- pregunto.- Bella, está embarazada de… algo. Una mezcla.

-Bebé- me corrige Rosalie.

-Ya veremos si esa cosa es un bebé Rosalie.- le respondo con dureza.

-Elizabeth....- me dice Esme.

-Lo siento Rose. Lo siento. Esto no es fácil de aceptar.

-No pasa nada- responde ella.

Me paro a pensar un momento. Todos me miran, pero mi mente está trabajando a una velocidad para nada normal.

-¡Esto es absurdo!- exploto.- Esto no puede pasar… No, no puede…

-Beth.- comienza a decir Carlisle mientras pone su mano en mi hombro pero de repente ruge el motor de un coche llegando. Son ellos.

Todos se abalanzan a mirar a Bella. Excepto yo. Yo estoy quieta. Me quedo quieta, esperando… a Dios sabe que.

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