Pov. Elizabeth
-Esme... ¿has visto a Carlisle?- le pregunto.
-Em... hace un momento que salió fuera.- responde.- ¿Quieres que le diga algo?
-Sí.- dile que voy a coger dinero. Tengo que ir a comprobar una cosa.
-Claro Lizzie. Pero de todas formas, sabes que puedes coger lo que tú quieras.- me responde ella maternal mente.
Me dirijo a mi habitación y cojo una mochila. Empiezo a meter el pasaporte, un par de ropa y todo el dinero que cabe dentro, Inglaterra me espera.
Salgo fuera y me despido de todos rápidamente. Están un poco sorprendidos por mi marcha, aunque será por unos días.
Me subo y le piso a fondo al acelerador para ir a al aeropuerto de Seattle.
Al llegar aparco en el aeropuerto me bajo corriendo y voy a la primera ventanilla.
-Hola eh... ¿Hay algún vuelo para ahora mismo con destino a Londres?- le pregunto.
-Tiene suerte. Hay un vuelo que saldrá dentro de 30 minutos. ¿Identificación por favor?
Le doy el pasaporte y el dinero a abonar.
-¿Equipaje?- pregunta.
-El de mano.- le contesto.
-Tenga su billete. Embarque por la puerta 12. El número de vuelo es el 1254. Buen viaje.
-Gracias. Adiós.
Corro hacia dentro y paso los controles fácilmente, ya que no llevo nada de metal. Paso y le doy los billetes a la azafata para entrar en el avión. Será un viaje largo.
Entro en el avión y me siento, me abrocho el cinturón y espero a que el avión despegue.
Ahora que lo pienso, odio este don. Te hace ir de un lado a otro del continente para buscar algo que no sabes. A la larga es efectiva, pero un poco precipitado.
Después de 8 largas horas de viaje y de turbulencias, llegamos al aeropuerto de Heathrow. Salgo de allí más rápido posible y alquilo un coche. Necesito un coche. Y también un hotel, un hotel cualquiera.
Me dirijo al centro de Londres y voy al primer hotel de las afueras que me encuentro.
-¡Buenas noches!- me saluda la recepcionista.
-Buenas noches- le respondo.- ¿Tiene alguna habitación libre?- le pregunto.
-Sí por supuesto. ¿Cuántos días?- pregunta.
-Eh... Cinco días. Tal vez más. Por ahora cinco.- le digo.
-Muy bien. Rellene este impreso.
Lo relleno y le doy el dinero.
-Su habitación está en la planta 8. Habitación 234. El desayuno es de las 7 a las 10. El almuerzo de 13:00 a 15:00 y la cena a las 20:00. Cualquier duda estaremos encantados de ayudarla. Disfrute de su estancia.
-Gracias-. Le contesto amablemente.
Subo a la habitación a dejar la mochila y a llamar a Alice para decirle que he llegado ya. Bajo otra vez y voy a la calle.
Empiezo a caminar por las calles de Londres y cada vez me voy metiendo más por callejones oscuros. No tengo miedo, ya que soy una semi-vampiresa. Empiezo a oír pasos tras de mi y no le doy importancia, algunos humanos supongo.
Pero no parecen humanos. Empiezo a caminar más deprisa y ellos siguen mi paso. De repente siento una mano en mi hombro y salto.
Cojo a la extraña y le hundo a la cara en el piso de un movimiento. Efectivamente, una vampira.
-Em... hace un momento que salió fuera.- responde.- ¿Quieres que le diga algo?
-Sí.- dile que voy a coger dinero. Tengo que ir a comprobar una cosa.
-Claro Lizzie. Pero de todas formas, sabes que puedes coger lo que tú quieras.- me responde ella maternal mente.
Me dirijo a mi habitación y cojo una mochila. Empiezo a meter el pasaporte, un par de ropa y todo el dinero que cabe dentro, Inglaterra me espera.
Salgo fuera y me despido de todos rápidamente. Están un poco sorprendidos por mi marcha, aunque será por unos días.
Me subo y le piso a fondo al acelerador para ir a al aeropuerto de Seattle.
Al llegar aparco en el aeropuerto me bajo corriendo y voy a la primera ventanilla.
-Hola eh... ¿Hay algún vuelo para ahora mismo con destino a Londres?- le pregunto.
-Tiene suerte. Hay un vuelo que saldrá dentro de 30 minutos. ¿Identificación por favor?
Le doy el pasaporte y el dinero a abonar.
-¿Equipaje?- pregunta.
-El de mano.- le contesto.
-Tenga su billete. Embarque por la puerta 12. El número de vuelo es el 1254. Buen viaje.
-Gracias. Adiós.
Corro hacia dentro y paso los controles fácilmente, ya que no llevo nada de metal. Paso y le doy los billetes a la azafata para entrar en el avión. Será un viaje largo.
Entro en el avión y me siento, me abrocho el cinturón y espero a que el avión despegue.
Ahora que lo pienso, odio este don. Te hace ir de un lado a otro del continente para buscar algo que no sabes. A la larga es efectiva, pero un poco precipitado.
Después de 8 largas horas de viaje y de turbulencias, llegamos al aeropuerto de Heathrow. Salgo de allí más rápido posible y alquilo un coche. Necesito un coche. Y también un hotel, un hotel cualquiera.
Me dirijo al centro de Londres y voy al primer hotel de las afueras que me encuentro.
-¡Buenas noches!- me saluda la recepcionista.
-Buenas noches- le respondo.- ¿Tiene alguna habitación libre?- le pregunto.
-Sí por supuesto. ¿Cuántos días?- pregunta.
-Eh... Cinco días. Tal vez más. Por ahora cinco.- le digo.
-Muy bien. Rellene este impreso.
Lo relleno y le doy el dinero.
-Su habitación está en la planta 8. Habitación 234. El desayuno es de las 7 a las 10. El almuerzo de 13:00 a 15:00 y la cena a las 20:00. Cualquier duda estaremos encantados de ayudarla. Disfrute de su estancia.
-Gracias-. Le contesto amablemente.
Subo a la habitación a dejar la mochila y a llamar a Alice para decirle que he llegado ya. Bajo otra vez y voy a la calle.
Empiezo a caminar por las calles de Londres y cada vez me voy metiendo más por callejones oscuros. No tengo miedo, ya que soy una semi-vampiresa. Empiezo a oír pasos tras de mi y no le doy importancia, algunos humanos supongo.
Pero no parecen humanos. Empiezo a caminar más deprisa y ellos siguen mi paso. De repente siento una mano en mi hombro y salto.
Cojo a la extraña y le hundo a la cara en el piso de un movimiento. Efectivamente, una vampira.
-¿Quién eres?- pregunto mientras le tengo retenida.- ¿qué quieres?
-Penses que eras una humana.- dice.- Hueles diferente a un vampiro.
-Es porque soy semi-vampira.- repongo orgullosa.
-Ya lo creo- dice.- Bueno, ¿te importaría soltarmr? Es un poco incómodo hablar así...
Río y le suelto. Me encuentro con una chica muy mona.
-Me llamo Selena.
-Yo me llamo Elizabeth, Elizabeth Cullen.
-¿De dónde eres?- pregunta Selena.
-Soy de los Estados Unidos, más concretamente de Forks.
-Y cuéntame Elizabeth. ¿Qué te trae hasta el viejo Londres?- pregunta Selena.
-No sé- respondo.- Supongo que como hacia tanto tiempo que no venia, ademas uno de mis varios dones me dijo que viniese
-¿Tienes varios dones?- pregunta curiosa.
-Sí. En realidad, tengo uno, es clonar dones. Es algo raro, pero por ahora llevo contabilizados unos... 15.
-Yo también tengo dos- dice.- Puedo mover cosas con la mente y crear escudos fisicos y mentales.
-¿En serio?- pregunto asombrada.
-Claro- sonríe.-¿Qué te parece si vienes a mi casa?- pregunta.
-Me encantaría pero tengo que ser lo más humana posible y tengo que ir al hotel.
-Bueno, entonces... ¿Nos veremos pronto?- pregunta.
-Por supuesto- respondo.-. Sabréis encontrarme.
-Claro Elizabeth.- Dice - no te librarás tan rápido de mi.
-Tampoco quiero.
-Eres la primera extranjera que no quiere que vaya a su aquelarre por mis dones.- dice Selena sinceramente.
-No todos somos iguales.- digo.
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